Arte,música y algo mas

Abro este espacio para todos aquellos amantes de la cultura y las artes espero tenerlos por aqui envolviendose en la magia de la musica

Nombre: Toño Barriola
Ubicación: Veracruz, Veracruz, Mexico

Soy una persona muy amigable, soy amable, sincero, leal,pero tambien soy un tanto dramático, sentido, lunático y en ocasiones rencoroso, pero siempre tengo una sonrisa para cualquier persona que quiera conocerme.

viernes, octubre 06, 2006

Noches de Rosas blancas.

Van a decir que soy un tanto morboso, pero precisamente hoy y con un ambiente de musica insitante llego a mi imaginación esta historia que les voy a compartir y espero les guste, apesar de lo subido de tono, la escribio una amiga chilena a la cual pido abiertamente una disculpa, por no haber aclarado antes que esta historia le pertenecia, Danielita espero que no estes molesta, pense compartirla con ustedes.

NOCHES DE ROSAS BLANCAS.
Oscurecía ya… el día había pasado tan rápido que no se había dado cuenta del tiempo que llevaba frente aquel balconcito rodeado de hermosas rosas, todas ellas de un color blanco brillante… casi plateado, que parecía brillar aún más cuando la luna vertía su pálida luz sobre los pétalos.
Suspiró cansada al vacío, sorprendiéndose al escucharlo salir tan fuerte de sus labios… o quizás se debía al hecho de que se encontraba completamente sola en aquella gran mansión y el silencio reinaba en el lugar.
Avanzó con pasos suaves y vacilantes a través de la oscura estancia… su respiración saliendo en un murmullo de su nariz respingada, los ojos amielados posados en el frente.
Una fría brisa entró a través de las puertas del balcón aún abiertas, haciendo flotar su vestido de seda blanco momentáneamente.
Pudo sentir su corazón encogerse por sus sentimientos al igual que su cuerpo lo hacía, medio entumecido por el frío, siguió caminando, sin cerrar las puertas de cristal a sus espaldas, dirigiéndose a la habitación que le correspondía.
No recordaba siquiera haber hecho pausa en su lectura para comer algo… quizás a eso debía el extraño malestar en su estómago… apretó con fuerza el libro entre sus brazos, para saber que realmente estaba ahí y que no era producto de su loca imaginación.
Tan rápido como sus pensamientos iban y venían llegó a su habitación, abriendo la puerta suavemente y luego cerrándola de igual forma, contemplando la cama con aquel gran dosel de roble tallado… las cortinas de seda blanca sostenidas de él dándole un aire medieval al mueble… sonrió acomodándose sobre la cama, dejando el libro a un lado.
La cama hizo un suave movimiento cuando su cuerpo se dejó caer completamente sobre ella, esparciéndose sus cabellos alrededor de su cuerpo, cerrando los ojos y dejándose llevar por el sopor que produce el sueño… entregándose a fantasías que sólo pueden llevarse a cabo cuando la mente tiene libre albedrío…
*~*~*~*~*~*~*
Despertó al sentir caricias suaves sobre su piel… caricias que quemaban con sólo tocarle… caricias de manos lujuriosas que no paraban de probar sus brazos, cuello y rostro… por unos dedos que entretenidos se deleitaban delineando los tiernos y suaves labios…
Los dedos seguían acariciando los labios tiernos y rosados que semejaban botones de rosa… el cuerpo menudo se movió inquietamente sobre la cama, dándole la espalda a quién estuviese tras ella haciendo que la caricia fuera interrumpida y que aquellos dedos vagaran con libertad por su mejilla y cuello.
Las atrevidas manos comenzaron a bajar por su costado, apenas rozando el vestido que le cubría, llegando hasta el fin de este cuando alcanzaba la rodilla… siguió bajando, acariciando la piel hasta llegar al tobillo y empezar a ascender por la parte interna de sus piernas...
Levantó el vestido con sus manos de forma delicada, procurando no despertar a la joven con aquel movimiento, tocando con las yemas de sus dedos la piel que iba quedando expuesta. Una piel nívea, suave… tan suave como la tela misma.
El deseo empezó a recorrer el cuerpo del atacante nocturno, que guiado por sus instintos se recostó sobre la cama y se pegó con lascivia a aquel cuerpo pequeño.
La niña abrió los ojos con suavidad, pestañeando varias veces… simulando el aleteo rápido de una mariposa que escapa ante un depredador. Un depredador. Como el que ahora sentía que acariciaba su vientre bajo sus ropas.
Se movió inquieta, tratando de simular que dormía aún, pero su pulso, su acelerado corazón impidieron que aquel cayera en la treta. Sintió como un pañuelo con un aroma varonil era colocado sobre sus ojos, y como lo amarraban fuertemente en su nuca.
Una boca hambrienta recorrió la parte posterior de su cuello, lanzando corrientes eléctricas aún en contra de su voluntad a todo su cuerpo. Los músculos se tensaron al sentir como una de las manos masculinas subían más, posándolas en los redondos pechos sobre el sostén de encajes suaves.
La otra bajó de nuevo, deslizándose sobre la prenda interior de forma delicada. Los dientes de la chica mordieron fuertemente sus rosados labios, hinchándolos de forma leve. Sus manos delicadas acudieron en ayuda de su doncellez, posándolas violentamente sobre las del hombre, por sobre el vestido, deteniendo el desvergonzado ataque.
Volteo su rostro, los ojos mieles tapados por un pañuelo negro de seda, dispuesta a reclamar a aquel que reconocía sólo por el perfume sobre sus acciones. Tragó saliva de forma nerviosa, pero antes de abrir su boca, para hablarle, otros labios sedientos se apoderaron de los suyos.
Una lengua juguetona se abrió paso a través de sus labios y dientes, dispuesta a encontrarse con la otra, compartiendo un húmedo beso…
Pese a que su primer pensamiento fue el de morder aquella lengua, que tan atrevidamente había buscado la suya, no lo hizo… sintió su cuerpo estremecerse al darse cuenta de que de un momento a otro estaba correspondiendo al apasionado beso que aquel hombre le había robado.
Inexperiencia y seducción se mezclaban en aquel beso que compartían… lujuria, deseo, apetito sexual… una danza de colores, formas y olores, todo mezclado en aquella habitación con decoración infantil.
La cara angelical, desprovista de las gemas que brillaban la luz cada día, comenzó a adquirir un tono rosado… pasando por el carmín y finalmente un escarlata brillante por el sudor que perlaba su piel.
Las manos firmes sujetaron los tersos muslos de la niña mientras abandonaba sus labios y comenzaba a morder el arco de su cuello blanco. Encajando sus dientes en él, dejando marcas rojizas después de succionar la piel que se mostraba pura y virgen ante él.
Un jadeo involuntario salió de los labios de la joven, susurrando el nombre del que la estaba amando por primera vez, mostrando su rosada lengua y los dientes blancos al mismo tiempo… llevó sus manos a la nuca, intentando desarmar el nudo que le impedía ver al hombre… aquel que al darse cuenta de su acción tomó las manos y las retiró del lugar antes de que cometieran la acción.
Susurró cosas sucias a los oídos vírgenes, osó profanar el hueco de la oreja al meter su lengua dentro de él, mordiendo seguidamente el lóbulo decorado con un zarcillo de aspecto elegante.
La temperatura volvió a subir cuando entrelazó sus piernas con las de ella y tomó con decisión su trasero, sintiendo la piel tibia comenzar a calentarse cada vez más… con una mano continuó subiendo el vestido, dejando expuesto el torso de la niña, observando los pechos pronunciados que se escondían tras la tela.
Bendita tela que guardaba los encantos de la niña virgen, de la santa e inmaculada señorita.
Dejó vagar sus labios en el seno de la chica, en el hueco hundido entre los pechos que se alzaban imperiosos, firmes y suaves…La brisa azotó de pronto en el cuarto. El viento frío colándose entre las cortinas de seda…los cuerpos amándose, disfrutando del baile de los amantes, los corazones latiendo casi al unísono, formando un coro celestial, del cual la voz de la chica era el ángel que lo dirigía…
Finalmente, todo acabó, un cuerpo extraño quedó tendido sobre las sabanas revueltas, un enredo de brazos que se abrazaban, de manos que desataban pañuelos de seda y de piernas que se acariciaban luego de haber sufrido los estragos del amor. - Je t’aime… - pronunció la angelical voz, adormilada por el arrullo de los brazos masculinos, por la respiración que sentía sobre sus cabellos y los suaves besos repartidos en su nuca.
*~*~*~*~*~*~*
La misma brisa fría entró en la habitación de nuevo. El cuerpo de la joven comenzó a moverse sobre la cama tanteando a su alrededor, sentándose sobresaltada al no encontrar ningún cuerpo durmiendo junto al suyo… bajó la vista, notando que estaba completamente vestida, y que la habitación tenía el mismo olor a rosas blancas que tanto conocía…Se levantó de la cama, caminando hasta su propio balcón, mirando las plantas una por una, viendo como los rayos plateados seguían cayendo sobre ellas… Un brillo especial le hizo detenerse. Ahí, entre la blancura fantasmal, una rosa roja se erguía entre las demás…
Fine

2 Comments:

Anonymous Anónimo said...

HOLA
CREO QUE NO HABIA ESCRITO, PERO ESTA HISTORIA ESTA COMO PARA PIRATEARSELA, Y SI NO TE LO HE DICHO PUES APROVECHO ESTE ESPACIO

ME SIENTO SUPERRRRRRRRR ORGULLOSA DE QUIEN ERES Y DE LO QUE HAS LOGRADO

TE AMO HERMANO

11:45 p.m.  
Anonymous Anónimo said...

Primero queria decir que eres un muy buen escritor, me encanto la historia y no me aprecio altisonante.La forma en que manejas subjetivos y objetivos es deleitante, tambien das apise de los detalles formas y colores a lo largo de tu historia, tambien me parecio bien que hayas puesto acentos y sin ninguna falta de ortografia (como yo comprendere XD). tambien veo -Basandome en tus historias escritas- que parece no interesarte tus sentimientos, eres acaso seco? frio? o fue el desamor (al igual que yo).tienes talento chico...no lo pierdas
ATTE: Black Vlad

12:04 a.m.  

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