Soy una llave.

Soy una llave, una llave común y corriente, como cualquier otra llave en este mundo tan semejante a un llavero.

No soy una llave de oro, mucho menos la llave que abra las puertas a una mansión solo soy una llave más, una llave pequeñita y de cobre...Y aunque en apariencia pueda parecer un objeto con gran dureza me doblo con mucha facilidad apenas ejercen sobre mi una pequeña presión.

Pero se que mi estancia en este mundo no se trata solamente de abrir puertas...por el contrario estoy en busqueda de un cofre...un cofre ni grande ni pequeño, ni lleno ni vacío...pero que sea un cofre afin a mi, que soy la llave, un cofre lleno de sorpresas maravillosas, se que hallaré a mi tan anhelado cofre, y un día después de haber intentado abrir, uno tras otro los cofres con los que me valla topando a lo largo de mi duradera, pero al mismo tiempo breve existencia, yo llave, el objeto insignificante e indeferente para muchos, hallaré al cofre cuya cerradura sea a mi medida, y entonces podre haber concluido al fin gran parte de mi existencia...por que después de todo...
Soy una llave...y para cada cofre...existe una llave como yo.