Arte,música y algo mas

Abro este espacio para todos aquellos amantes de la cultura y las artes espero tenerlos por aqui envolviendose en la magia de la musica

Nombre: Toño Barriola
Ubicación: Veracruz, Veracruz, Mexico

Soy una persona muy amigable, soy amable, sincero, leal,pero tambien soy un tanto dramático, sentido, lunático y en ocasiones rencoroso, pero siempre tengo una sonrisa para cualquier persona que quiera conocerme.

sábado, agosto 05, 2006

Monigote en la arena

La arena estaba tibia y jugaba a cambiar de colores cuando la soplaba el viento.Laurita apoyó la cara sobre un montoncito y le dijo:

-Por ser tan linda y amarilla te voy a dejar un regalo- y con la punta del dedo dibujó un monigote de seda y se fue.
Monigote quedó solo, muy sorprendido. Oyó cómo cantaban el agua y el viento. Vio las nubes acomodándose una al lado de la otra para formar cuadros pintados.Vio las mariposas azules que cerraban las alas y se ponían a dormir sobre los caracoles.

-Hola- dijo monigote-, y su voz sonó como una castañuela de arena.
El agua lo oyó y se puso a mirarlo encantada.
-Glubi glubi, monigote en la arena es cosa que dura poco
-dijo preocupada y dio dos pasos hacia atrás para no mojarlo.
-¡Qué monigote mas lindo, tenemos que cuidarte!
¿Que? ¿Es que puede pasarme algo malo?-pregunto monigote tirándose de los botones como hacia cuando se ponía nervioso.
-Glubi glubi, monigote en la arena es cosa que dura poco
-repitió el agua, y se fue a avisar a las nubes que había un nuevo amigo pero que se podía borrar.
-Flu flu-cantaron las nubes-, monigote en la arena es cosa que dura poco. Vamos a preguntar a las hojas voladoras como podemos cuidarlo.
Monigote seguía tirándose los botones y estaba tan preocupado que ni siquiera probó los caramelitos de flor de durazno que le ofrecieron las hormigas.
-Crucri Crucri-cantaron las hojas voladoras-,
Monigote en la arena es cosa que dura poco. ¿Qué podemos hacer para que no se borre?
El agua tendió lejos su cama de burbujas para no mojarlo.
Las nubes se fueron hasta la esquina para no rozarlo.Las hojas no hicieron ronda. La lluvia no llovió. Las hormigas hicieron otros caminos.
Monigote se sintió solo, solo, solo.
-No puede ser- decía con su vocecita de castañuela de arena-,todos me quieren, pero porque me quieren se van.
Así no me gusta.
Hizo "Cla cla cla" para llamar a las hojas voladoras.
-No quiero estar solo- les dijo-, no puedo vivir lejos de los demás, con tanto miedo. Soy un monigote de arena.
Juguemos, y si me borro, por lo menos me borraré jugando.
-Crucri crucri- dijeron las hojas voladoras sin saber qué hacer.
Pero con eso llegó el viento y armó un remolino.
-¿Un monigote de arena?- silbó con alegría-Monigote en la arena es cosa que dura poco. Tenemos que hacerlo jugar.
" Cla cla cla", hizo monigote porque el remolino era como una calesita.

Las hojas voladoras se colgaron del viento para dar vueltas.
El agua se acerco tocando su piano de burbujas.
Las nubes bajaron un poquito, enhebradas en rayos de sol.

Monigote jugó y jugó en medio de la ronda dorada, y rió hasta el cielo con su voz de castañuela. Y mientras se borraba siguió riendo, hasta que toda la arena fue una risa que juega a cambiar de colores cuando la sopla el viento.

Laura Devetach.

Un cuento en verso para niños perversos.

Caperucita Roja.

Estando una mañana haciendo el
bobo.
Le entro hambre espantosa al
señor lobo,
así que, para echarse algo a la muela
se fue corriendo a casa de la abuela.
¿Puedo pasar, señora?,preguntó.
La pobre anciana, al verlo, se asustó.
pensando:¡Éste, me come de un bocado!,
y claro, no se había equivocado:
se convirtió la abuela en alimento
en menos tiempo del que aquí te cuento.
Lo malo es que era flaca y tan huesuda
que al lobo no le fue de gran ayuda:
sigo teniendo un hambre aterradora...
¡tendré que merendarme otra señora!
Y al no encontrar ninguna en la nevera,
gruñó con impaciencia aquella fiera:
¡Esperaré sentado hasta que vuelva
Caperucita Roja de la selva!,
que así llamaba al bosque la alimaña,
creyéndose en Brasil y no en España.
Y por que no se viera su fiereza
se disfrazó de abuela con prestezá,
se dió laca en las uñas y en el pelo,
se puso la gran falda gris de vuelo,
zapatos, sombrerito, una chaqueta
y se sentó en espera de la nieta.
Llegó por fin Caperucita al medio día
y dijo:¿cómo estás abuela mía?
Por cierto ¡me impresionan tus orejas!,
Para mejor oírte, que las viejas
somos un poco sordas,¡abuelita,
qué ojos tan grandes tienes!,
claro hijita.
son las lentillas nuevas que me ha puesto
para que puedar verte don Ernesto
el oculista, dijo animal
mirándola con gesto angelical
mientras se le ocurría que la chica
iba a saberle mil veces más rica
que el bocado precedente.De repente
Caperucita dijo:¡qué imponente
abrigo de piel llevas este invierno!
El lobo estupefacto, dijo: ¡un cuerno!,
o no sabes el cuento o tu me mientes:
¡ahora te toca hablarme de mis dientes!
¿Me estás tomando el pelo? Oye mocosa,
te comeré ahora mismo y a otra cosa,
pero ella se sentó en un canapé
y sacó un revolver del corsé;
con calma apuntó bien a la cabeza
y ¡pam!, allí cayó la buena pieza.
Al poco tiempo vi a Caperucita
cruzando por el bosque...¡pobrecita!
¿Sabéis lo que llevaba la infeliz?,
pues nada menos que un sobrepelliz
que a mí me parecio la piel de un lobo
que estuvo una mañana haciendo el bobo.
FIN.
Roald Dahl.

tenía pensado escribir otro cuento con la misma tematica la historia vista desde la otra cara de la moneda en que la caperucita es mala y perversa y el lobo una criatura inocente, sin embargo es bastante larga pero prometo que un dia que las carreras no me esten llamando, ni ir al parque a jugar basquetbol colocare otro de estos relatos...