Arte,música y algo mas

Abro este espacio para todos aquellos amantes de la cultura y las artes espero tenerlos por aqui envolviendose en la magia de la musica

Nombre: Toño Barriola
Ubicación: Veracruz, Veracruz, Mexico

Soy una persona muy amigable, soy amable, sincero, leal,pero tambien soy un tanto dramático, sentido, lunático y en ocasiones rencoroso, pero siempre tengo una sonrisa para cualquier persona que quiera conocerme.

viernes, julio 28, 2006

Dos de amor

Dos canciones que me gustan mucho...la primera de Ana Gabriel una de las voces rasposas y ronquitas que mas me gustan, la segunda otra voz rasposa pero mas pesada la reyna del rock en español Kenny y los electricos ojala y les gusten.

AY AMOR.
Te encuentro de nuevo me inquieto y no puedo
fingir que da lo mismo tu presencia frente ami.Frente a mi.
Miradas casuales aumentan latidos y el tiempo se hace corto
si te tengo junto a mi, junto a mi.

Mas no se como explicarte de mi amor.
Como explicarte de mi amor.
Como decirte que hace tiempo me robaste el corazon mi corazon.

Ay amor no se que tiene tu mirar.
que dia a dia me conquista mas y mas.
Ay amor, cuando daria por romper,
ese misterio que me atrapa sin querer.
Ay amor.

Mis dias se alargan cuando no te miro.
Y busco entre mis cosas una que me hable de ti.
Solo de ti.
Mas no se como explicarte de mi amor, como decirte que hace tiempo
me robaste el corazon mi corazon.

Ay amor no se que tiene tu mirar
que dia a dia me conquista mas y mas.
Ay amor cuanto daria por romper.
Ese misterio que me atrapa sin querer.

Ay amor no se que tiene tu mirar
que dia a dia me conquista mas y mas.
Ay amor cuanto daria por romper.
Ese misterio que me atrapa sin querer.



No huyas de mi.
Tengo roto el corazón.
Desarmada la razón.
Podras tener un romance nunca con sinceridad.
Tengo tanto para amar.
Es como una enfermedad.

No tengas miedo enamorate.
no huyas no huyas de mi.
dolor de amor quiero contagiarte
no huyas no huyas de mi.
Soy un cometa que vuela a marte
esta noche.

Puedo hacerte sentir bien.
Tres seis cinco junto a mi.
Ay quienes te prometen oro
yo te ofrezco el corazon.

Tengo tanto para amar.
Es como una enfermedad.

No tengas miedo enamorate.
no huyas, no huyas de mi.
Dolor de amor quiero contagiarte.
no huyas, no huyas de mi
Soy un cometa que vuela a marte
girando girando de amor.
Girando, volando de amor.

Girando volando por ti
Girando volando tu y yo
No tengas miedo enamorate
no huyas no huyas de mi
dolor de amor quiero contagiarte
no huyas no huyas de mi.
solos, solos tu y yo.
no huyas no huyas de mi.
Girando volando, amarte.
no huyas no huyas de mi
Girando volando amarte.
no huyas no huyas de mi
Girando volando por ti
No huyas no huyas de mi.

jueves, julio 27, 2006

Te voy a Olvidar...

Eso es lo que siempre decimos todos, siempre pero normalmente es dificil olvidarse de una persona. Pero el motivo de este mensaje no es para hablar de conflictos sentimentales si no de nosotros como mexicanos.

Los mexicanos tenemos una tendencia al sufrimiento tremendo, y otra cosa que tenemos los mexicanos es que somos muy agradecidos siempre damos las gracias de todo hasta de todo lo que nos han quitado y no nos han devuelto, pues por hoy vamos a dar las gracias al tio Sam por todo lo que nos ha quitado y no nos ha devuelto.

Dios santo que estas en el pais del norte, santificado sea tu nuevo orden venganos tus dolares hagase tu voluntad haci en estados unidos como en el mundo entero danos hoy nuestos mc donalds de cada dia perdona a los cubanos como nosotros perdonamos a los de la dea no nos dejes caer en el nacionalismo y libranos de los hombres de negocios japoneses, ingognitros, shalom einem

jueves, julio 20, 2006

El final de una relacion tormentosa.

Escribo estas lineas, pensando en una amiga a la cual le he tomado un gran cariño, me alegra el saber que hay personas que habren los ojos a tiempo, y que por fin logran armarse del valor suficiente como para poder deshacerse de un cáncer(metaforicamente), que les esta haciendo mal.
Por alguna u otra razon me dio muchisimo gusto el darme cuenta, que aun hay chavas que se valoran, que se quieren, se dan a respetar,y lo mas importante se dan su lugar como mujeres, para ya no tener que soportar los malos tratos, la violencia tanto física como psicológica, y sobre todo el acoso y los celos de los que muchas veces llegan a ser objetos por parte de una persona que se dice amarlas, cuando en realidad lo único que hacen es joderles la vida de la manera mas ruin y vil, escudados bajo la mascara de un falso cariño o de un falso amor.

Me alegro por ti mi niña, que hayas salido adelante, que te quieras por que aun estas joven y vas a encontrar a alguien mejor, ¡bien por ti cuentas con mi apoyo siempre!.


Borrare tu Nombre.
Voy a ser de nuevo, como a mi me gusta.
se acabo mi pena, se acabo mi angustia.
quitare de en medio, todo lo que estorbe
y como principio, borrare tu nombre
el tiempo perdido que pase a tu lado.
al sentirme libre lo he recuperado.
Por eso me marcho, sin pedirte nada,
y tu de mi parte vete...
Vete a donde quieras.

Tu solo mirabas en mi los defectos,
no reconociste nunca mis afectos.
Ahora te miro.
De arriba hacia abajo,y lo que tu pienses,
me importa, me importa lo mismo.

Voy a ser de nuevo, como a mi me gusta,
se acabo mi pena se acabo mi angustia.
Quitare de enmedio, todo lo que estorve
y como principio borrare tu nombre.

El tiempo perdido que pase a tu lado,
al sentirme libre, lo he recuperado.
Por eso, me marchó, sin pedirte nada.
y tu de mi parte vete...¡vete a donde quieras!...

Y como principio, borrare tu nombre....

miércoles, julio 19, 2006

El Seminarista de los Ojos Negros.

I
Desde la ventana de un casucho viejo abierta en verano, cerrada en invierno por vidrios verdosos y plomos espesos, una salmantina de rubio cabello
y ojos que parecen pedazos de cielo,
mientras la costura mezcla con el rezo,
ve todas las tardes pasar en silencio los seminaristas que van de paseo.
Baja la cabeza, sin erguir el cuerpo,
marchan en dos filas pausados y austeros,
sin más nota alegre sobre el traje negro,
que la beca roja que ciñe su cuello
y que por la espalda casi roza el suelo.
II
Un seminarista, entre todos ellos,
marcha siempre erguido, con aire resuelto.
La negra sotana dibujaba su cuerpo
gallardo y airoso, flexible y esbelto.
El solo a hurtadillas y con el recelo
de que sus miradas observen los clérigos,
a la salmantina de rubio cabello,
desde que en la calle vislumbra a lo lejos.
Y siempre que pasa le deja el recuerdo
de aquella mirada de sus ojos negros.
III
Monótono y tardo va pasando el tiempo
y muere el astío y el otoño luego,
y vienen las tardes plomizas de invierno.
Desde la ventana del casucho viejo
siempre sola y triste rezando y cosiendo,
la tal salmantina de rubio cabello
ve todas las tardes pasar en silencio
los seminaristas que van de paseo.
Pero no ve a todos; ve sólo a uno de ellos
su seminarista de los ojos negros.
IV
Cada vez que pasa gallardo y esbelto,
observa a la niña que pide aquel cuerpo
en vez de sotana, marciales arreos.
Cuando en ella fija sus ojos abiertos
con vivas y audaces miradas de fuego,
parece decirle: -¡Te quiero!, ¡te quiero!
¡yo no he de ser cura, yo no puedo serlo!
¡Si yo no soy tuyo me muero, me muero!
A la niña entonces se le oprime el pecho,
la labor suspende, y olvida los rezos,
y ya vive sólo en su pensamiento
el seminarista de los ojos negros.
V
En una lluviosa mañana de invierno
la niña que alegre saltaba del lecho,
oyó tristes cánticos y fúnebres rezos;
por la angosta calle pasaba un entierro.
Un seminarista sin duda era el muerto;
pues, cuatro, llevaban en hombros el féretro
con la beca roja por encima cubierto,
y sobre la beca el bonete negro.
Con sus voces roncas cantaban los clérigos;
los seminaristas iban en silencio,
siempre en las dos filas hacia el cementerio,
como por las tardes al ir de paseo.
La niña angustiada miraba el cortejo,
los conoce a todos a fuerza de verlos...
Tan sólo, tan sólo faltaba entre ellos,
el seminarista de los ojos negros.
VI
Corrieron los años, pasó mucho tiempo...
Y allá en la ventana del casucho viejo,
una pobre anciana de blancos cabellos,
con la tez rugosa y encorvado el cuerpo,
mientras la costura mezcla con el rezo
ve todas las tardes pasar en silencio
los seminaristas que van de paseo.
La labor suspende, los mira, y al verlos,
sus ojos azules ya tristes y muertos
vierten silenciosas lágrimas de hielo.
Sola, vieja y triste, aún guarda el recuerdo
¡del seminarista de los ojos negros!
Miguel Ramos Carreón.

domingo, julio 16, 2006

Hace algunos dias he llegado a la conclusión de que el amor y el dolor van agarrados de la mano; tal parece que para poder ser feliz, primero tienes que sufrir,¿es que acaso el sufrimiento va acompañadonos hasta el dia que nacemos?, no creo que haya una persona que no haya sufrido alguna vez, hasta las que se dicen que han encontrado el amor de su vida, siempre terminan sufriendo de alguna u otra manera, pues como hoy ando un tanto decepcionado de uno de los sentimientos mas hermosos que existe(el amor no vallan a creer que es el dolor!), dejo este cuento de la escritora Paloma Orozco Amoros, incluido en el libro "Historias de la otra Tierra"espero que les guste mucho...ya veran como lo que digo en lineas arriba tiene algo de cierto.

LA ÚLTIMA.
Era la ultima de su especie: una Galanthus nivalis,la campanilla de las nieves.

Se encontraba por error en aquel jardín, donde su melena blanca desafiaba cada verano al calor.
Era vanidosa, arrogante...,pero bella.
Se jactaba de tener un corazón hecho de frío y de que ni siquiera el sol podría abrasarlo.Aguantaba estoicamente los embates de aquel astro que le quemaba el alma con sus rayos ardientes.

Sudaba y sudaba...Las gotas transparentes resbalaban por su talle altivo como el rocío de la mañana.
Estaba orgullosa de ser la única representante de su especie. Hasta incluso había ejercido de top model,siendo fotografiada para ilustrar un libro sobre flores y plantas.
Allí su imagen ocupaba un lugar destacado.

Muchos pretendientes habían desfilado ya por el jardín, como en un cuento de princesas: la lista comenzaba con el Narciso Trompón(le parecía mentira su fama de guapo con aquellas napias que tenìa) y seguía con la Palma real Orejuda(lo de "real" sonaba bien, pero se partía de risa cuando veía sus orejas), el Aster común de Standley(demasiado común y demasiado americano), el Gladiolo vulgar(no le gustaban esas flores cigomorfas y además vulgares), el Calistemo de Nueva Caledonia(ese estaba bien, pero se pasaba todo el día hablando de su tierra natal, allá en Oceanía), el Heliotropo de Perú(¡valla nombrecito!, cómo iba a unir su destino al de alguien llamado así), y un largo etcétera.

Por tener pretendientes, los tenía hasta exóticos, como el Ciclamen de Persia(tenía una raíz demasiado sudorífica), o el Crisantemo de China(aunque ella odiaba los ojos rasgados). Incluso había por ahí uno llamado Jacinto,que, a pesar de su nombre grecolatino, era originario de Ceilán.

Una vez estuvo a punto de decidirse por el Nardo a secas-O espinacardo, como le gustaba que lo llamasen-, pero era perfumista y tenía una empresa que le absorbía por completo; y ella lo que necesitaba era que le dedicaran mucho tiempo.
Lo cierto es que se reía de todos y no quería a ninguno. ¡Como iba a casarse con alguien inferior! Aunque la supervivencia de su especie estuviera en peligro, había decidido permanecer soltera hasta encontrar un digno prometido de su misma clase.

Un día, en la noche de San Juan, le presentaron al cactus. Le pareció robusto y poderoso con todas aquellas espinas rodeándole. Tenía una apariencia de serena majestad que francamente no le disgustaba. Trataba a los demás con una soberbia que le hacía parecer superior al resto. Procedía de Grecia y, como imposición, todos debían llamarle Omphalós,que en griego significa "ombligo". Había adoptado este apodo porque evidentemente se sentía el ombligo del mundo.

Esa noche mágica, nuestra Campanilla de las nieves se reunió alrededor de la hoguera con las demás flores para celebrar el comienzo del verano y, no le importó soportar el calor de la fogata, porque en su interior otro fuego más abrasador estaba naciendo: el fuego del amor.
Se enamoró de Omphalós, aun sabiendo que esa clase de pasión era del todo imposible.
Desde ese momento, vivió sólo para él. Cada pensamiento estaba consagrado a su imagen y cada palabra que brotaba tenía un significado sólo si se la dirigía a él.

El cactus, consciente del porder que ejercía sobre aquella flor, se complacía en torturarla con su indiferencia. Pero, cuanto más la despreciaba, más enamorada estaba la campanilla y mas deseaba la compañía del cactus.
Ahora comprendía lo que era amar, y se arrepentía profundamente de haberse reído de los sentimientos de todos los que habían querido.

El cactus, por otra parte, estaba comprometido con una bella Mimosa púdica,de flores pequeñas y tallo espinoso, cariñosa y solícita.

Una tarde estival, mientras el sol arañaba el aire con sus garras, la campanilla rogó al cactus que la abrazara.
Éste, a sabiendas de que aquello significaría la muerte de la flor, la aprisionó entre sus potentes brazos hechos de aceradas espinas.
La campanilla sintió como una punzada en el corazón. Todo su cuerpo había sido atravesado por agudos estiletes. Su talle se tronchó para siempre y su espíritu impregnó el aire de nostalgia.

Sus pétalos, teñidos de rojo, se desprendieron y, como mariposas de fuego, volaron libres fundiéndose con el azul. Su alma fue a parar a un lugar de hielo, donde ahora es la encargada de hacer sonar sus campanitas cuando las almas perdidas encuentran su lugar en el cielo.

Entonces todo se llena de una delicada música que vibra al compás del firmamento.
Se diría que sólo durante ese instante la muerte sonríe complacida en su Palacio de soplos de nieve. Parece que incluso la furia sombría de la tormenta de viento se calma, y los fríos copos se derriten al sentir aquellos acordes apasionados.
Y todo es porque, en aquel lugar alejado de las risas que conforma el tiempo detenido, una hermosa Galanthus nivalis ha encontrado por fin su destino.
En la Tierra, ahora, hay otra clase de flor. Desciende de la última Galanthus nivalis. Es una flor que posee una parte de dolor y otra de entrega; porque ¿qué sería del amor sin espinas?
Hoy, esa flor está por todas partes. Se la conoce con el nombre de rosa.